martes, 30 de septiembre de 2008

CUERPO ESPECIAL DE PARACAIDISMO











“Aunque no quiera; aunque no pueda; aunque reviente; aunque me muera.”

Lo primero que relacione cuando escuche la palabra paracaidismo fue adrenalina y diversión, pero después me fui dando cuenta que lo que se requiere para ser un parachute es otra cosa.
Conforme fueron pasando los entrenamientos fui conociendo poco a poco a mis compañeros, aunque me fue un poco difícil adaptarme tanto a las instrucciones como a la convivencia con la mayoría de ellos, y mas a las conversaciones ya que los caballeros siempre tienen temas diferentes a los de las damas y aunque no me gustara hablar de carros me tenia que adaptar, a veces les decía que yo no sabia nada de eso, algunos trataban de explicarme pero creo que llegue a desesperarlos un poco, la mayoría de las veces les decía que si les entendía aunque no fuera cierto, esto lo hacia con el afán de no sacarles canas verdes.
Me sentía rara al estar entre tantos caballeros, sin embargo, la presencia de mi camarada Fátima hacia que fuera un poco mas fácil y me sentía en mas confianza.
En varios de los entrenamientos físicos había ocasiones en las que mi cuerpo ya no podía mas, y cuando me quedaba atrás al momento del trote Eduardo Urenda, uno de nuestros camaradas que no pudo realizar sus saltos por una lesión, volteaba y me decía: ¡Julia apúrate, no te vayas a quedar! Aunque nunca le llegue a contestar con mi voz, no por que no quisiera, ya que si lo hacia perdía oxigeno y podía llegar a debilitarme mas de lo que ya estaba; así es que mejor optaba por contestarle con mis piernas volviendo a tomar el lugar que me correspondía en la formación.
Una de las cosas que me motivaba demasiado, y creo que a todos los demás también, eran las porras que interpretaba el marino. No recuerdo ninguna completa ya que cada porra duraba demasiado, de lo que si estoy segura es que el contenido de ellas era sublime, con un pequeño toque de patriotismo y a la vez las relacionaba con el paracaidismo.
Semanas antes a la salida para realizar los saltos, pensaba y pensaba con el momento en el cual tendría que agarrar todo el valor que pudiera para hacerlo; aunque me daba un poco de ñañaras pensarlo, no se compaba con nada el hacerlo en carne propia.
Llegando la fecha de salida al lugar que seria el testigo de los saltos comencé a empacar mi maleta. Ya estando en el lugar de salto y con nuestro campamento levantado, se nos pidió que formáramos equipos de tres, esto para saber cual iba a ser el orden de los saltos. A mi me toco saltar en el segundo equipo.
Algo que se requiere para poder saltar es tener los intestinos vacíos y no desayunábamos ni comíamos, lo único que ingeríamos en todo el santo día era fruta, la cual yo veía que todos comían y hasta por kilos.
Pero la hora de la cena es una de las mejore cosas que recuerdo ya que era en la cual todos nos reuníamos a platicar nuestras experiencias, pero también los instructores nos decían lo que nos había salidos bien, y también lo que salio mal, veíamos los errores que varios de nosotros cometíamos aunque no para burlarnos sino para tratar de no volver a cometerlos, a veces pasaban horas y parecía que habían sido minutos, aunque a veces tenia mucho sueño prefería seguir escuchando y hablando que dormir.
Antes de que mi equipo saltara ya habían saltado seis camaradas, pero creo que eso no disminuyo mi tensión, al contrario, era tiempo de que yo saltara.
Desde que me comenzaron a equipar, veía a mis compañeros charlando, unos riéndose, otros comiendo fruta, otros sacándose fotografías y a otro grabando esos largos momentos de nuestras vidas que difícilmente podré olvidar.
El temblor en mis manos comenzó inmediatamente después de que se nos dio la orden de equiparnos, mi rostro palideció y aunque no lo pude ver, lo sentía, cosa que comprobé después al revelar mis fotos; pero eso no es todo ya que de mis manos nunca vi emanar tanto sudor como el que surgió en aquel momento de ellas y lo único que hacia era frotar las palmas de mis manos en el pantalón para deshacerme de las toxinas, aunque creo que no servia de nada ya que en cuestión de segundos estaban igual.
Para relajarme un poco inhalaba oxigeno por la nariz y lo exhalaba por la boca, esto lo hice varias veces pero creo que ni eso me pudo controlar el nervio.
Mi instructor Martín fue quien ayudo a equiparme en mi primer salto, y cuando terminamos me mando con mi capitán Salmeron para que revisara que todo estuviera bien, y cuando lo estuvo escuche ¡¡¡arriba!!!, sentí demasiadas cosas juntas que hasta ganas de ir al baño me dieron.
Llevando mi cinta estática en la mano derecha y camino a la avioneta fui recordando toda la teoría que se nos impartió durante el curso. Ya estando arriba mi instructor Pedro me repetía varias veces que me tranquilizara a lo que yo respondía con mi cabeza que si, mientras inhalaba oxigeno por la nariz y lo exhalaba por la boca.
Por fin llego el momento en el cual Hugo tuvo que saltar, y cuando se abrió la puerta, me invadió aun mas el miedo ya que el sonido que surgió era demasiado fuerte, y esto sin contar el frió que hace allá arriba. Se salio, tomo la posición y en menos de un segundo ya no lo vi mas.
Solo sentí que mis manos comenzaron a temblar mas de lo que ya lo hacían al igual que continuaba limpiándome el sudor de mis manos con la diferencia que allá arriba utilice la alfombra de la avioneta, y continuaba con el ciclo de mi respiración inhalando por la nariz y exhalando por la boca, pero eso no es todo ya que nuevamente me volvió a dar la temblorina y sentía que mi corazón ya no me quería, que lo único que quería era quedarse en el avión y dejarme sola mientras cumplía con el primer salto; pero le ordene que no fuera llorón que lo superara y justo cuando decidió emprender el camino conmigo se me dio la orden de salir.
Sin pensarlo dos veces saque mi primer pie que aun puedo recordar fue el derecho, pero como no aplique la suficiente fuerza casi se lo llevaba el aire, después aplique la energía necesaria y logre estar en la posición correcta agarrándome con las manos en el ala mientras los pies permanecían aun inmóviles en el estribo del avión.
Inmediatamente gire mi cabeza al lado izquierdo, esto para esperar la señal, y claramente logre escuchar a mi instructor Pedro que gritaba a viva voz ¡¡¡LISTA!!!... para lo que yo le conteste ¡¡¡LISTA!!! Y después me vuelve a decir: ¡¡¡SALTA!!!... y sin pensarlo dos veces salte.
Nunca pensé que fuera tan rápido el lapso del tiempo que permanecí en el aire mientras el paracaídas se abría, y aunque la secuencia no la realice en voz alta, la copa se abrió en los dos de los cinco cientos, y eso fue para mi lo mas fácil ya que estando la copa abierta y sin falla llego el momento de tratar de dirigir el paracaídas a la zona de salto, en la cual desde arriba yo ni siquiera la vi, la detecte como 15 segundos después de abierto ese enorme hongo color amarillo con franjas blancas.
Durante el equipamiento nos proporcionaron un radio para si en dado caso nos desviábamos de la zona de salto mi instructor Salmeron nos auxiliaba sobre el direccionamiento del paracaídas, y aunque eso lo vimos anteriormente en teoría, se me hizo un poco difícil el poder direccional con rapidez el equipo desde arriba, trate de seguir las indicaciones tal y como me las dieron, pero sin querer queriendo me fui un poco lejos de la sonó y por poco me araño en un alambre de púas.
En cuestión a mi caída, no puedo decir que me fue mal, pero creo que aun me falta practicar demasiado para no volver a sufrir otra lesión, que aunque no fue grave, se que pudo evitarse.
Gracias a Dios realice dos saltos, y todos regresamos con bien a casa, aunque hubo un camarada que regreso a su hogar como con cinco kilos de mas, pero no fue su cuerpo el que pesaba mas, sino que era el yeso el que lo hacia que estuviera mas gordo.
Podría seguir escribiendo todo lo que paso pero creo que serian demasiadas cuartillas y hasta aquí le dejo. Me despido con la siguiente frese que JOP compartió con nosotros, que si más no recuerdo es de Santa Teresita de Jesús:
PARACAIDISTAS:
¡Aunque no quiera!
¡Aunque no pueda!
¡Aunque reviente!
¡Aunque me muera!

Sub. Teniente Julia Zúñiga Gómez.

Comandante de la unidad Juana de Arco de la zona Jalisco

Publicado en la revista GUION año 3, No. 16, enero-febrero de 2006

CUERPO ESPECIAL DE PARACAIDISMO DE AMIGOS DEL EJERCITO












Cinco segundos de mucha fibra.

La vez que me entere del curso de paracaidismo del Pentathlón fue porque llego a mis manos la revista INSIGNIA, en donde los elementos del Pie Veterano narran sus experiencias como parachutes, en ese momento después de leer las hazañas de estos, me dije que si en algún momento se presentaba la oportunidad para hacerlo yo estaría ahí; y cuando menos pensé dos años después, cinco compañeros y yo estábamos en el básico de paracaidismo del Pentathlón.

La convocatoria.- “Curso Básico de Paracaidismo Militarizado P. D. M. U.”
Sábado 03 de septiembre 15:00 hrs. campo de instrucción Batallón Héroes de Chapultepec. Este día fue de muchas impresiones, porque no conocíamos lo que era el curso, yo ni idea tenia, mi condición física no estaba bien, no me había ejercitado en mucho tiempo, pero los instructores se encargaron de que en cuatro meses bajara 10 kilos de peso; el entrenamiento me dejaba exhausto cada semana.

El entrenamiento.
Son muchas experiencias y conocimientos los que aprendí en el curso, desde el acondicionamiento físico que es muy completo; recuerdo las clases teóricas en donde el capitán José Salmeron en todo momento se esmero en explicarnos, la historia del paracaidismo y los tipos de paracaídas, las secuencias de salida, las fallas, etc. En la practica la rampa de salto, el aprender a caer con los cinco puntos de contacto. Conforme fueron pasando las semanas, se llego el día de hacer practicas de arnés suspendido y posteriormente el doblado del paracaídas, que es una labor muy interesante y de mucha responsabilidad, no puedo dejar de mencionar a nuestro comandante Pedro Muñoz y al instructor Martín Flores que siempre estaban pendientes de enseñarnos y corregirnos cuando fue necesario.

El campamento “Noche de convivencia”.
Sábado 22 de octubre 18:00 hrs. Puesto que en el grupo nos encontrábamos compañeros de diferentes asociaciones militarizadas como Pentathlón, Vanguardia Militarizada, Rescate Juvenil y Amigos del Ejercito, los instructores realizaron una salida nocturna a las llamadas barranquitas para convivir y conocernos mas, fue en ese momento donde escuche las primeras experiencias de paracaidistas del Pie Veterano y de la 1ra Antigüedad. Nos contaron como fueron sus saltos, sus temores y como los superaron.

La salida.- “Por fin el día mas esperado”
Una semana antes del día 11 de diciembre se realizaron los últimos preparativos, doblado de paracaídas reserva y principales, inventarios del material que se tenia que llevar, nos dieron las ultimas indicaciones para el 16 de diciembre a las 8:00 hrs. Se programo la salida; todos estábamos a la hora listos para la gran prueba que nos cambiaria por el resto de nuestras vidas, el trayecto hasta el estado de Morelos fue largo, pero se acercaba el momento mas anhelado, por fin saltaríamos, por fin teníamos que demostrar lo que aprendimos en el curso básico, las fatigas, el cansancio y el sudor que derramamos iba a dar fruto.

Los saltos.- “5 segundos de mucha fibra” (Pedro Muñoz).
Estábamos en la zona de salto, lago de Tequesquitengo estado de Morelos. Las caras de los compañeros se ven llenas de motivación y de alegría, pero con algo de incertidumbre y un poco de temor por que iniciarían los saltos. Primero el capitán J. Salmeron realizo un sorteo para dar los lugares en que saltaríamos cada quien; me toco el tercer grupo y seria el segundo en saltar. Fue el 18 de diciembre a las 11:00 a.m. cuando me empecé a equipar con la ayuda de los instructores que en todo momento demostraron mucha capacidad y profesionalismo. Yo estaba un poco nervioso, pero me encomendé a la Virgen Maria y a San Miguel Arcángel, ¡lo tenia que hacer!. Llego el momento de subir al avión. El comandante Pedro Muñoz engancho me pide que confirme que esta enganchada, inmediatamente después mi compañero Salvador me acomodo en el segundo lugar de salto atrás del piloto, sube Pedro Muñoz y mi tercer compañero Ismael que seria el primero en saltar, cierra la puerta del avión y este se apunta en la pista para iniciar el vuelo, después de 10 minutos P. Muñoz nos muestra el altímetro que marcaba los 3 500 pies, en ese momento el comandante abre la puerta y da las coordenadas al piloto para que el primer parachute salte, entra mucho aire por la puerta del avión, Ismael se acomoda en la periquera y en cuatro segundos esta saltando, el avión da un viraje y se acomoda una vez mas en la posición; llego mi turno en este momento viene a mi la frase que se medo grabada, P. Muñoz me dice: “compañero, 5 segundos de mucha fibra”; salgo del avión, me acomodo en la periquera y me dice “¡¿LISTO?!” yo le contesto ¡LISTO! ¡SALTA! En menos de 5 segundos la copa de mi paracaídas estaba abierta por completo, ya no estaba nervioso, admiraba el paisaje y por la radio el Cáp. J. Salmeron me daba indicaciones para hacer virar el paracaídas y preparar mi caída. Fue una experiencia inolvidable, doy gracias a Dios que me haya permitido saltar; y como dice el himno paracaidista pentathleta: “seguro estaremos allí blandiendo la espada del ángel, buscando la gloria con honor”

Oficial Mayor José de Jesús Amador Velázquez.

Director General de Amigos del Ejercito

Publicado en la revista GUION, año 3 No 16, enero-febrero de 2006








jueves, 25 de septiembre de 2008

Video promocional de nuestras actividades.

Este video es de las diferentes actividades deportivas, militares y culturales que se realizan en nuestra agrupación.

Desfile del 16 de Septiembre en Zapopan y Guadalajara.

Fue en Zapopan, Jalisco el pasado desfile militar, los elementos desde las 0600 se alistaron para iniciar el ya conocido recorrido del desfile en Guadalajara y Zapopan.

Desfile del 16 de Septiembre en Tlaquepaque, Jalisco


El pasado 16 de septiembre se llevo a cabo el desfile civico-militar ya tradicional en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco, participarón elementos de la agrupación de este municipio. La banda de guerra fue la que se encargo de ir a la vanguardia seguida de la sección mayor, la femenil y la menor. El grupo de guiones y gallardetes representativos se encargarón de cerrar la columna del desfile.

¿QUE ES AMIGOS DEL EJERCITO?

Es una agrupacion deportivo-militar, cuyo fin es rendir un homenaje a nuestro glorioso Ejercito Mexicano.